No solamente es importante alimentar a los niños de forma equilibrada, también debemos enseñarles a comer e incluso a cocinar comidas saludables y ricas en componentes alimenticios, para que el día de mañana sigan alimentándose y desarrollándose correctamente.
De acuerdo con la experta en niños y familia, chef y escritora Annabel Karmel, “Pasar tiempo con tus hijos cocinando y horneando no sólo generará memorias felices, sino que es una gran oportunidad para enseñarles todo tipo de habilidades de gran riqueza, especialmente la importancia de tener una dieta equilibrada y saludable.”
Además, indirectamente, los niños aprenden todo tipo de habilidades académicas básicas como la lectura, seguir procesos mediante instrucciones, matemáticas, razonamiento y habilidades motoras.
Cuando los niños ayudan a preparar una comida sienten orgullo de su creación y aprenden a contribuir a una meta más grande. La confianza que desarrollará como resultado de su contribución es algo que se quedará con él al crecer y encontrar otras formas de participar en varias actividades grupales.
Cocinar con niños les enseña a usar su imaginación y pensar en cómo se verá el resultado final, en vez de enfocarse en sólo lo que está frente a ellos. Además, podemos potenciar su cerebro enseñándoles a sumar, restar o hacer pequeñas mediciones al cocinar: Si necesitamos tres huevos para la comida y ya pusimos uno, ¿cuántos nos faltan?
Es importante enseñar a los niños a cocinar responsablemente, estableciendo reglas con respecto a la seguridad, limpieza y modales. Deja que hagan un desastre, que lo intenten y que se diviertan. Pero también explica que tienen un trabajo y que son un una parte fundamental del equipo.
Cocinar con niños les ayudará a resolver problemas sencillos diarios, en lugar de asustarse cuando algo no sale como debería. Por ejemplo, si se quedan sin un ingrediente, deben aprender cómo puede ser sustituido por otro ingrediente sin alterar el resultado del conjunto total.
Una de las mejores partes de cocinar con los niños, en el caso de que sean tus hijos, es la unión que se genera al trabajar codo con codo. Puedes planear tu siguiente comida, hablar de sus comidas favoritas, fingir ser chefs profesionales… El vínculo que se crea es más importante que lo que cocinas.