¿Es posible adelgazar sin reducir la cantidad de alimento que ingerimos diariamente? La realidad es que sí, es posible. Lo único que debes hacer es cambiar tus hábitos y empezar a adoptar una vida saludable, tanto en el ámbito de la alimentación, consumiendo alimentos de baja densidad energética, como en el de la práctica de deporte.

Respecto a la alimentación, muchas veces se hace muy pesado cambiar ciertos hábitos desarrollados a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo, es estrictamente necesario reeducarse a uno mismo en este sentido. Tenemos que comer bien, escogiendo comida de calidad, sana y realizando una ingesta calórica más o menos adecuada dependiendo de si vamos a desayunar, comer o cenar.

Es completamente cierto que si comes menos adelgazarás, ya que al reducir la cantidad de comida que consumes, reducirás también la cantidad de calorías que ingieres. Reducir las calorías drásticamente provoca, en efecto, la pérdida de varios kilos de peso. Sin embargo, alargar esta situación puede terminar empujándonos a la llamada “tumba metabólica”.

La “tumba metabólica” es una teoría utilizada por los expertos para explicar el daño que ha sufrido el organismo durante largos periodos de dieta hipocalórica, la cual consiste en comer menos calorías de las que tu cuerpo utiliza en reposo.

Debemos consumir pocos alimentos con alta densidad energética

La clave para no sufrir el temido efecto rebote es no eliminarlos por completo de nuestra alimentación, simplemente reducir la cantidad y la frecuencia con la que recurrimos a este tipo de alimento. Entre este grupo de alimentos, con alto contenido calórico, destacan las harinas blancas refinadas (pan blanco, pasteles), carnes y quesos procesados, dulces y caramelos; helado, snacks prefabricados como las patatas fritas de bolsa. Se trata de alimentos con poco aporte nutricional y que son difíciles de eliminar para el organismo.

dieta saludable

Optemos por alimentos con baja densidad energética

Frutas, verduras, pescado, avena, granos enteros y productos lácteos bajos en grasa, entre otros. Su principal beneficio es que están compuestos por más de un 50% de agua, suponiendo una buena cantidad de volumen pero pocas calorías.

Además, presentan un alto contenido en fibra, necesitándose más tiempo para ser digeridos y dejándonos así más satisfechos. Estos son los alimentos que debes incluir en tu dieta diaria:

  • Vegetales: Se trata del elemento base de la dieta, haz que sea lo que predomina en tus platos.
  • Frutas: Cómelas solas y agrégalas a tu menú diario como postre o para picar algo entre comidas.
  • Carbohidratos. Son necesarios, pero elígelos bien. La mejor opción son los de grano integral.
  • Proteínas: Las proteínas son necesarias. Incluye aquellos alimentos altos en su contenido pero bajos en calorías como el pescado o el pollo sin piel.
  • Grasas. Existen productos, como las nueces o el aguacate, que contienen un alto contenido en grasas buenas para la salud. Controla las porciones y cocina tus alimentos con aceites saludables.

En este tipo de dieta, además, los alimentos saludables están a la orden del día, ayudándonos a mantener un buen estado de salud y a prevenir enfermedades, especialmente cardiovasculares. No se trata sólo de perder peso, tener buenos hábitos alimenticios es una gran condicionante para mejorar la calidad de vida de las personas.